Todo está oscuro.
Busqué tus ojos, no los encontré.
Te siento tan cerca pero no te puedo besar.
¿Dónde te escondés?
Me tocaste,
sé que estás ahí, siento tu aliento.
Veo gente, me piden ayuda.
No sé qué hacer, los sigo mirando y les sonrío.
Vos los escuchás,
te aturden,
te matan.
Sos uno de los que me suplican.
Yo no te dejaría ir.
Te abrazaría y no te soltaría,
como en aquella noche loca.
Como en la última noche.
“Te quiero” me decías,
pero sé que el tuyo no es como el mío.
Hace frío y el reloj tarda en llegar al momento de verte.
El último momento.
Siento el cuchillo del viento,
me marca y se va riendo.
No sangra, no duele, no lloro.
Nunca lloro. ¿Estaré loca?
Yo llamo al viento sin razón.
Contame, ¿vos lloraste?
A vos también te marcó.
Las voces que nadie escucha le hablan al viento.
La gente nos mira,
Nuestros pelos bailan la misma canción de rosas.
somos una rara combinación.
Nos obligan a reír y lo hacemos.
Según ellos somos locos,
según otros somos sabios.
¿Somos los dos?
Somos raros, al igual que sus miradas.
Despierto en la oscuridad,
estoy a tu lado.
Me rodeas, sigue oscuro pero todo se ilumina.
Sé que me querés, pero no deberías hacerlo.
Con vos no los veo,
¿seguís escuchando?
Son cuadrados,
se acomodan en los armarios.
Están desesperados,
cuando encuentran alguien que los ve,
no te dejan.
No sé cómo ayudarlos.
Gritan, no escucho.
Me tocan, no los veo.
Me acerco, se alejan.
Me alejo, no vuelven.
Si me alejo, ¿volvés?
Si me acerco, ¿te alejás?
Si me tocás, me gritás,
¿te voy a sentir?